Comunicación

Empresario
9/1/2023

El síndrome del CEO

Cualquiera puede convertirse en CEO de la noche a la mañana; eso es un hecho. No necesitas un título universitario, ni ser certificado por alguna junta. Simplemente necesitas ir a LinkedIn, actualizar tu título laboral y comenzar a vender cualquier cosa para convertirte en tu propio líder, un heroico CEO listo para conquistar el mundo y escribir libros sobre cómo hacer millones en una semana. Estoy molestando, obviamente, pero ya has entendido la idea principal: ser un CEO es una carrera que no necesita permisos. Solo te exige tomar tu propia decisión, sin importar quién eres, tu pasado o de dónde vienes.

Sin embargo, por razones que realmente no puedo explicar, muchos terminan pareciendo y sonando igual. Publican el mismo tipo de contenido, usan el mismo argot con sus colegas y empleados, y adoptan la misma identidad en sus redes sociales. Si hay uniformidad, hay falta de autenticidad.

Hoy, querido lector, me gustaría hablar sobre la comunicación y por qué es crucial para cualquier emprendedor. Realmente creo que, entre todos los artículos que hemos publicado hasta ahora, este es el más subjetivo, ya que depende en gran medida de tu propia personalidad. Como siempre, solo compartiré lo que ha funcionado para mí y lo que considero relativamente efectivo entre mis colegas y aquellos que inician el viaje empresarial.

Creo que estos principios se pueden aplicar a casi cualquier carrera, aunque los empleados pueden encontrarse vulnerables a los caprichos de sus jefes en un peculiar juego político. Los fundadores tienen la ventaja única de ser inamovibles mientras sean dueños de su propia empresa.

Volvamos al síndrome del CEO y por qué, por razones que desconozco, muchos de ellos comienzan a parecer perfiles generados por inteligencia artificial, como si fueran falsificaciones, una vez que crean su propia empresa. Estoy seguro de que has visto algunas de esas publicaciones, como:


📢 ¡Qué día tan enriquecedor! 🌟

Hoy tuve el placer de charlar con John Anderson, un referente en el mundo de las energías renovables. 🍃

Conversamos sobre los desafíos, las tendencias actuales y las nuevas oportunidades que nos brinda este sector. No dejo de sorprenderme con las valiosas aportaciones e ideas innovadoras de John. ⚡

La experiencia y pasión que John lleva en su discurso son una auténtica fuente de inspiración. Son estas conversaciones las que me motivan a seguir adelante, buscando nuevas soluciones y horizontes. 🌍

Agradezco tener la oportunidad de aprender de grandes figuras y seguir nutriéndome de la sabiduría de líderes en la materia. ¡Juntos seguimos construyendo un futuro más prometedor! 💪

#Emprendimiento #EnergíasRenovables #Inspiración #ConexionesValiosas #AvanzarJuntos

Tal vez no estés de acuerdo, pero para mí es una pesadilla. ¿Por qué exactamente? En este artículo, te animo a ser auténtico acerca de tus verdaderas inspiraciones y no tratar de parecerte a alguien más. Muchos emprendedores simplemente comienzan a encajar en el molde y se involucran en conversaciones sin sentido donde no comunican nada. Pierden el enfoque principal: su negocio y sus clientes.

Como emprendedor, la honestidad sin filtro y las verdades duras son tus mejores amigas. Te hacen ganar una enorme cantidad de tiempo y te permiten iterar rápidamente sobre lo que deberías hacer y lo que podrías cambiar. La comunicación es una herramienta clave, y no estoy hablando solo de publicaciones en LinkedIn. Profundicemos.

Nunca es el momento adecuado

Como emprendedor, es probable que estés tratando con proveedores, empleados y clientes. Todos ellos necesitan un retroalimentación sincera, rápida y honesta siempre que sea posible. Veo a demasiados emprendedores dispuestos a participar en colaboraciones y relaciones excesivamente diplomáticas, enfocados únicamente en evitar cualquier ofensa. Permíteme proporcionar un ejemplo clásico: grandes corporaciones. Tu mercado o producto puede requerir que interactúes con actores corporativos y navegues por sus procesos largos y complejos que involucran juegos politicos y procesos complicados. Es posible que incluso participes en un programa de estudio de emprendimiento o aceleración con ellos.

Lamentablemente, si te encuentras en la posición de hacer una alianza con una corporación, tendrás que soportar innumerables reuniones con supuestos expertos de diferentes departamentos. Estas personas a menudo carecen de experiencia en startups pero están dispuestas a trabajar con jóvenes aventureros. Si eres amable y razonable, es probable que soportes esas horas de juntas y muevas tus compromisos en el calendario para poder avanzar sin que los aliados corporativos se enteren de que crees que todo es pura palabrería.

Querido lector, ese es un error: por favor, infórmales que no podrás conectarte a esas reuniones y encuentra una manera de unirte solo en las reuniones útiles (spoiler : no hay ninguna) si eso te puede ayudar de alguna manera. Las grandes corporaciones tienen otros incentivos, no puedes seguir sus procesos y sus modos de comunicación. Muchas veces tienen un monopolio y sus resultados no dependen de la calidad de su trabajo. No tienes este lujo.

¿Por qué uso este ejemplo? Porque una comunicación asertiva, educada y honesta va muy lejos y se extiende mucho más allá de tu relación dentro de tu empresa. Un ejemplo muy sencillo es decirle a algunos de tus empleados que no están rindiendo bien. Debes hacerlo lo antes posible y siempre tratar de ofrecerles métodos para mejorar si crees que es posible. Sin embargo, algunos emprendedores tienden a ser extraordinariamente duros dentro de la empresa y se convierten en personas suaves e inseguras una vez que están en el mundo exterior.

No seas cruel, pero sé honesto, y si la gente encuentra la verdad ofensiva mientras es pura honestidad acorde a tus incentivos, entonces quizás no sean el mejor ajuste para trabajar juntos a largo plazo. Ten en cuenta que nunca es el momento adecuado para decir una verdad desagradable a alguien, pero cuando se trata de negocios, casi siempre es mejor hacerlo temprano en lugar de esperar a que una situación potencial explote.

¿Eres emocional?

Sí lo eres, todos lo somos.

Chris Voss, un ex negociador de rehenes del FBI, ha popularizado la idea de que todas las decisiones están impulsadas por emociones. Presenta esta teoría en su libro "Rompe la barrera del no: 9 principios para negociar como si te fuera la vida en ello", afirmando que nuestro cerebro emocional a menudo dicta nuestras elecciones, incluso cuando creemos que estamos siendo completamente racionales.

Esta teoría se basa en la neurociencia, particularmente en la comprensión de la estructura del cerebro humano, que se compone tanto de centros emocionales (sistema límbico) como racionales (neocorteza). Las evidencias indican que el centro emocional casi siempre tiene prioridad, dirigiendo nuestro proceso de toma de decisiones.

En los negocios, entender los estados emocionales de todas las partes interesadas, ya sean socios, clientes o empleados, es vital. Las decisiones no se tratan solo de hechos y cifras. La forma en que estos hechos y cifras hacen sentir a alguien influye significativamente en su toma de decisiones. Un trato que evoca sentimientos de seguridad, valor y optimismo probablemente será aceptado, incluso si los números no son perfectos.

Los negocios son una aventura emocional y es una ilusión creer que estás comunicando con agentes puramente racionales al discutir decisiones, cifras y números. A menudo se sugiere que los negocios y las emociones son dos asuntos separados y que las personas no deberían tomar decisiones financieras y laborales de manera personal: esto ni siquiera es posible, nuestros cerebros no lo permiten.

¿Qué significa esto para ti? En mi opinión, un fundador debe considerar eso en su comunicación. La mayoría de las veces, los empresarios ven su empresa como una lista de características objetivas y racionales, aunque el argumento emocional es lo que realmente marca la diferencia. Tu comunicación no puede enfocarse solo en números y hechos, tiene que tomar en cuenta la parte emocional.

No intentes ser diplomático cuando todo es palabrería, simplemente vete.

No tengas miedo de ofender a los corporativos adictos a las reuniones, no tienen alma.

No intentes fingir que actúas racionalmente, eres un gusano emocional, como el resto de la especie humana.

No te comuniques como si estuvieras manejando el Ministerio de Relaciones Exteriores y sé jodidamente sincero. A nadie le importa tu enriquecedora conversación con algún desconocido.

No le digas a la gente a la que despides que son perfectos si no lo piensas: solo lo haces más doloroso, dales un feedback concreto.

La verdad es adictiva, porque no tienes que recordar nada.

Mantén la fe.

Suscríbete a nuestro blog
Gracias!Tu suscripción ha sido recibida 😊
Oops! Formulario no enviado.

Artículos relacionados